18 de mayo de 2013

Prólogo parte 1: La Gobernación dividida, Jonovia.


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Partes de este capítulo:
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Jonovia de 193 muestra las subgobernaciones de  Jétrel, Jonovia y del Desierto
197 - Aquella mañana de un 3 de Jan (Junio), parecía tranquila en la ciudad de Sudd. Sin embargo, siempre sucede algo. En las casas de la clase nobleza de aquellas épocas eran suntuosas y admirables a la vista. Entrando por la ventana de una de ellas, un hombre yacía dormido en sus aposentos. Tranquilo en su parecer, que cambió de un momento a otro cuando al despertarse desesperadamente de su lecho, con la respiración intranquila y violenta en sus primeros segundos de conciencia. Al abrir sus ojos, notó que estaba en su cama y no se había movido de allí. Decidió levantarse, llevándose las manos a la cabeza. Parecía muy duro para el 4to jefe del ejército oficial jonoviano, Xenón, después de haber concurrido a los festejos de su ascenso ayer, en sus ya cumplidos 26 años. Él había sido considerado como el "orgullo jonoviano" por toda Jonovia por esto. Xenón parecía cansado. Sin embargo, ya era parte de los jefes de Jonovia que conforman el consejo que ayudaba al representante del rey ya que éste, no tenía mucho poder en la gobernación y los líderes militares lo ayudaban e imponían respeto y paz en Jonovia. Xenón se empezó a vestir su armadura a pesar de no ir a una guerra por que, como era uno de los líderes, era obligatorio llevarla ya que simbolizaba el orgullo del cargo. Bajó las escaleras mientras se despedía de los críados con amabilidad como él estaba acostumbrado a hacer. Salió por la puerta principal y empezó a caminar hacia la plaza principal donde tendría que llevar a cabo su primera tarea.
-¡Ey, Xenón!-. Anunció una voz que se estaba acercando. Xenón lo conocía bien, era el jefe 5to del ejército y hermano suyo, Geo. -Hola Geo-. Expresó con una sonrisa, abrazando a su hermano de sangre en símbolo de amabilidad ya que era costumbre en Jonovia saludar de esa manera entre familiares en tiempos de paz.
G: Parece que vas caminando como siempre, ¿cuándo vas a ir en carroza? Eres de la nobleza y ahora una autoridad.
X: No me agrada, me marea la idea de ir en esos transportes.
G: Bueno, por lo menos es bueno verte en una pieza después de ayer, ¿Vienes a las ejecuciones?.
Xenón reemplazó su cara de felicidad a una de incertidumbre.
X: Sí, desgraciadamente.
G: ¿Por qué lo dices así?
X:-Ver cadáveres humanos colgados o cabezas cortadas es desagradable.
G: ¡Por favor, hermano! Esos zarinistas son unos subversivos. ¿No te diste cuenta ya? Van contra al reino.
X: El hecho de que sean subversivos no quita que debamos juzgarlos como al que roba una moneda.
G: Recuerda, ¿Cuál es nuestro lema de Jonovia?
X: "Siempre fieles". ¿Por qué me preguntas eso?
G: ¿No te da una idea? Desde hace mucho que nuestra obligación es ser fieles al rey y a todos sus mandatos por el bien de nuestra gente. 
En ese momento, pasó una carreta que traía seis cadáveres. Xenón recordó que había sucedido un ataque cerca de la ciudad, en los límites entre Jétrel y el Desierto. Decidió callar ya que no quería pelear con su hermano de sangre y sabía que tenía razón en esto así que cambió de tema.
X: Dicen que Zarina ha muerto. ¿Eso es cierto?
G: Por ahora no hay muchas noticias, son simples rumores. Él domina gran parte de la sub-gobernación del Desierto, allí donde no tenemos jurisdicción.
X: ¿Qué hay de los otros?
G:-Shabada desapareció de la faz de la tierra. He mandado asesinos a sueldo para que acaben con él y los bandidos del norte del desierto, en unos días vendrán con su cabeza. Anaarq está prófugo después de la invasión que hicimos en la ciudad de Shab. Ahora esta ciudad es totalmente parte de Jonovia. Lo bueno es que las fuerzas de Shabada, Zarina y Anaarq no pueden unirse ya que cada uno tiene una idea diferente de cómo dominar la Sub-gobernación del Desierto. Shabada quiere que el Desierto sea gobernado por la dinastía que él empezará y Zarina dice que el Desierto debe ser un lugar de culto al dios Shab o como le decimos el Demonio de Shab.
X: ¿Y Anaarq?
G: Anaarq es el más loco de los tres. Quiere dominar todo el desierto y forjar un imperio. ¿No te suena de lo más estúpido que hayas oído?
X: Bueno, Estrek hizo un imperio. ¿Parece loco?
G: Son dos casos diferentes. Vaya, ya llegamos a la plaza. 
Xenón había visto toda una multitud reunida mirando hacia el centro de la plaza principal donde se estaba ejecutando. Allí estaban cinco soldados y uno que se resaltaba del resto con una armadura similar a la que Xenón y Geo usaban, con la diferencia de que ellos llevaban un halcón como símbolo en su pechera y el hombre, la de un león.
G: Allí está Masaia. Que La Trinidad esté de su lado en estos tiempos.
X: El 2º jefe del ejército jonoviano, obligado a ejecutar personas.
G: Él lo hace para imponer respeto.
X: Lo hace para imponer miedo, no te confundas.
G: No empecemos Xenón, él hace lo posible para que el pueblo no traicione al rey.
X: ¿Sabes Geo?, Creo que no tengo el placer de ver esto. Que me quiten mi rango pero esto va en contra de mis principios.
Xenón estaba a punto de darse la vuelta e irse, pero oyó el disparo de una flecha penetrando una armadura. Habían herido a Masaia...

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