3 de agosto de 2013

Prólogo parte 4: La voz.

<<|~Prólogo~|>>
Partes de este capítulo:
~Parte I~ ~Parte II~ ~Parte III~ ~Parte IV~ ~Parte V~
Xenón entró a la sala principal del templo. Recordó que la torre estaba subiendo una escalera caracol al fondo del salón a la derecha. No tardó más tiempo y subió hasta llegar al final. Sospechó por un momento dónde estarían los asesinos que habían acabado con la vida de Masaia y cómo hicieron esos tiros perfectos. Llegó hasta el final de la escalera y estaba a punto de abrir la puerta que conectaba con la torre. Allí, normalmente se hacían ceremonias religiosas en honor a Skcielo. Pero antes de abrir la puerta, pensó fugazmente, porque no se había encontrado con los asesinos en el trayecto. Decidió abrir la puerta y dejar de pensar en ello.
Xenón abrió la puerta y se encontró con cinco personas, armadas con dagas, arcos y flechas, con ropas ligeras y encapuchados con la cara cubierta. Xenón los había visto y observó que estaban desarmando una maquinaria pesada similar a una ballesta pero más compleja. Durante menos de un minuto, la pequeña habitación se había sumido en un silencio incómodo. Xenón debía hacer algo, eran 5 contra 1 y estaba desarmado pero no tuvo el tiempo suficiente. Pasados unos segundos más, tres de las personas que se encontraban allí, lo agarraron, le quitaron la armadura y lo golpearon continuamente. Xenón pudo ver poco y nada de cómo los dos asesinos restantes que no estaban agrediéndolo, desarmaban el arma y la llevaban en bolsas. Por poco quedó inconsciente e intentó levantar la mirada. Los tres golpeadores se habían ido y el extraño artilugio fue desmantelado quedando solo dos personas. Estaban parados mirando a Xenón. Uno de ellos, se acercó mientras se quitaba lo que le cubría la cara. Xenón... lo miró... y lo reconoció y con dificultad dijo:
 X: Anaarq... ¿cómo...?
A: Oh... el legendario Xenón aquí presente, que honor. Mis camaradas y yo lo confundimos con un centinela. Bueno, eso no importa ahora... sabes, una cosa que odio es la violencia... pero cuando se convierte un medio infalible, uno no puede resistirse a usarlo cuando no hay otra opción. Bueno, es mejor que me deshaga de ti antes de que tengas otra oportunidad de meterte en nuestros asuntos. Servirá de ejemplo para Jonovia. Su amada esperanza fallecida sumiría al pueblo en una depresión... Me aseguraré de que sufras.
Anaarq sacó una daga y lentamente penetró la palma de la mano de Xenón y siguió así mientras Xenón sufría y gritaba. Siguió así hasta que hizo un agujero. En ese momento, la otra persona de la habitación paró a Anaarq.
I: Suficiente, Anaarq... tenemos que irnos ahora.
Anaarq sacó su daga de forma violenta de la mano de Xenón provocándole un gran dolor diciendo:
A: Para que no se te olvide con quién estás lidiando.
Anaarq y el desconocido salieron por la ventana para huir por los tejados. Xenón se desmayó pero antes de perder la consciencia, pensó en aquella voz femenina que limitó a Anaarq, considerado un bárbaro por Jonovia, de no matarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario