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| ...la llamada "Crisis de Reyes"... |
La crisis de esta relación fue en el año 158 d.G.C. cuando surgió la llamada "Crisis de Reyes". En ese período (158-159) murieron cuatro reyes uno tras otro empezando por la muerte del viejo rey Félix V sin haber dejado descendencia lo que dio a la extinción de la rama "Real" del árbol genealógico de la casa décima de Estrek.
Fue entonces que ascendió la segunda rama más cercana que era ni más ni menos que la rama "Gerey", que la conformaban cuatro hermanos, uno mayor, dos mellizos y el menor.
Debido al anhelo de poder que los hermanos tenían, surgió la competencia para ser el futuro rey. Una competencia sangrienta ya que se recurrió al envenenamiento, al asesinato y al engaño.
Al final, el menor de todos sobrevivió y gobernó de forma autoritaria el reino llamándose asimismo Estrek IV, el tirano. Al año siguiente habían surgido sublevaciones, reclamos y proclamas de independencia por parte de las gobernaciones que no legitimaban su asunción y se negaban a proclamar su fidelidad. El rey respondió con represión y la tortura pero la respuesta del otro lado no fue la misma... sino peor.
En unos meses, la Armada del Reino se rebeló contra Estrek IV y este, tuvo que escapar a un pueblo cerca de Ener y esconderse de la persecución. Sin embargo, fue encontrado, apresado, juzgado y puesto en prisión por el nuevo rey, Estrek V. Pero, ¿por qué no ejecutado? Por petición del monarca que, increíblemente, era un hijo ilegítimo que tuvo Félix V con una doncella en el año 120 y que fue escondido por el viejo rey. Estrek V, como el nuevo rey, quería dar una imagen de que la barbarie debía acabar. En todo el imperio se conoció a la casa Gerey como una casa que codiciaba el poder y las riquezas por sobre todas las cosas incluso la familia y la propia vida. Fue por eso que la rama "Gerey" fue removida del árbol genealógico de la familia real y rechazada por parte de las otras gobernaciones.
Dejemos parte de la historia atrás, es mejor no remover demasiado el polvo pero era mejor explicarlo.
La ciudad de Fergus era la más nueva y más pequeña de las cuatro ciudades y era allí, donde Estrek IV se había escondido. De alguna forma u otra, Fergus se fue convirtiendo de un pueblo a una ciudad en el transcurso de los años. Allí, se situaban los mayores líderes de las nueve casas de Estrek y, por consiguiente, era una oportunidad laboral muy recomendada para los soldados retirados, veteranos y mercenarios que eran pagados para proteger a algún noble. Fergus era una ciudad fortificada para proteger aquella nobleza. Al ser una escasa población no había problemas en la repartición de comida y era tanto lo que sobraba que se comercializaba.
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| ...Después marchó hacia la calle principal... |
Las grandes y gruesas puertas de madera y hierro se abrían a pocas personas pero, cada persona que entraba, tenía una historia que contar. Esta, es la de una mujer bella que no vestía ropas de doncella, sino que deslumbraba a la vista con una armadura completa desgastada por los años y con una capa rojiza. Era una mujer con cabellos largos y pelirrojos. Con un escudo en la espalda y su espada enfundada en el cinturón junto a una bolsa de cuero, Crucia, caminaba dentro la fortificada ciudad. A pesar de tener pocos habitantes, los niños paseaban, corrían y gritaban mientras que sus madres o nodrizas estaban supervisando e incluso, algunas, jugando con ellos. Crucia, se detuvo un momento, sacó de su bolsa un pergamino con un sello, se acercó al guardia más cercano para hacerle unas preguntas. Después, guardó el manuscrito y marchó hacia la calle principal hasta que observó una serie castillos de gran tamaño a medida que llegaba al centro de la ciudad.
Sacó de vuelta su pergamino y se acercó a la entrada de una de las suntuosas edificaciones. Habían guardias custodiando la puerta de roble que negaron su entrada. Estos cambiaron de parecer al ver el sello del pergamino similar al escudo tallado en la entrada. Crucia, entró a la gran sala principal del castillo mientras miraba a su alrededor figuras religiosas de uno de los dioses de La Trinidad, Eternum.
D: Vaya, vaya, una mujer con armadura. Al parecer Racus se ha vuelto loco por hacer esto.
La voz se oía escaleras arriba. Era la de un joven según se percibía. Crucia se acercó hacia el final de la sala donde se encontraba una escalera curva contra la pared. Esta, tenía una ventana cuya luz reflejaba pocos haces de luz pero lo suficiente para ver la figura de una persona.
D: Me pregunto cuánto te habrá pagado para ser parte de su guardia.
Crucia: Tengo deudas que pagar, estoy atada a mis cobradores de deuda y ellos elijen a qué guardia debo servir.
D: ¿Mercenaria por obligación? Mmm... ¿Cuánta experiencia tienes en ser parte de una guardia?
Crucia: Diez años en total: dos años de servicio en la casa Tritión. Después, mis cobradores me llevaron a Ener para servir por cinco años a la familia real. Luego tres sirviendo personalmente a la seguridad de Lady Tristana, descendiente directa de Estrek V.
D: Resulta raro que ahora sirvas a una casa más inferior que la Real.
Crucia: Como Lady Tristana fue transferida a Hostalia y no tenía permitido salir de la gobernación de Estrek hasta pagar mis deudas, mis cobradores consiguieron una oferta aquí, en Fergus.
D: Gran historia -irónico-, pero...
Crucia: Protegí un total de 56 nobles y evité 35 de 36 intentos de asesinato. Soy buena en esgrima, mandoble, uso de cuchillos y cualquier utensilio para asesinar cinco personas armadas en una habitación.
El joven caballero se quedó atónito, pero ocultó su sorpresa sonriendo. Decidió mostrar avanzar unos pasos para que la luz reflejara su rostro. Era un joven de cabellos rubios y ojos grises, no llevaba armadura, sino unas ropas de civil. Bajó las escaleras, se acercó al rostro de la mujer y la miró fijamente durante unos momentos.
D: Bueno, parece que Racus no estaba tan loco que digamos. Sube.
Crucia empezó a subir por las escaleras siguiendo al joven. Arriba, se encontraba un pasillo largo con cinco puertas del lado derecho, dos en el izquierdo y una al final. El joven se dirigió a la tercera puerta del lado derecho y golpeó cuatro veces. La puerta se abrió lentamente.
O: ¿Ya llegó?
D: Sí, es ella, Oba.
Oba: Perfecto -abre la puerta-, pase Crucia Camelia.
Crucia entró a una pequeña sala iluminada por una sola ventana. Habían dos bancas. El joven y el hombre se sentaron en una de ellas mientras que Crucia se sentó en la otra.
Oba: Crucia, hemos oído parte de su historia. Pero tenemos que estar seguros de tus intenciones. Ya habrás conocido a este caballero. Su nombre es Decio Lux, miembro de la guardia. Desconfía de que usted pueda ser parte de la guardia de la casa Gerey por su condición de mujer.
Decio: Desconfiaba Oba, desconfiaba. Ahora sé que será bienvenida.
Oba: ¿En serio crees? Vaya milagro. Bueno, me presento. Soy Oba Farader, jefe de la guardia. Pasando a tu tema, hemos revisado mucho acerca de tu pasado. Son pocas las veces en que hemos encontrado mercenarios de este calibre y la mayoría resultan ser un fraude. Por eso te haremos algunas preguntas de datos que todavía no pudimos encontrar.
Crucia: Bien, pregunten.
Decio: ¿Dónde y cuándo naciste?
Crucia: Gobernación del Archipiélago, en el pueblo de Hidro 22 de Dara (Marzo), año 170.
Decio: ¿Cuándo llegaron a Estrek?
Crucia: Llegué a Estrek con mi padre desde Hostalia. Pasamos por Ener y luego nos establecimos en Guirldan en el año 179.
Oba: ¿Cómo era su familia?
C: Nómadas, viajaban de gobernación en gobernación. Hija única. No supe nunca quién era mi madre pero tenía mi padre Gladio Camelia, ex-caballero de los cinco espadachines de la corte de Necro, que me enseñó el arte de la espada.
Oba: Tenemos datos certeros acerca de su padre pero sabemos poco de su deceso ¿Cómo falleció?
Crucia: Al llegar a Fergus, mi padre poco a poco fue endeudándose por el juego y la bebida. Llegó el tiempo en que la deuda era muy grande y los cobradores empezaron a amenazarlo con torturarlo o hacerlo trabajar en las minas hasta la vejez para que entregara el dinero. Mi padre, desesperado y sin salida, se quitó la vida.
Oba: ¿Por qué se convirtió en mercenaria?
Crucia: Al morir él, como dice la ley de Guirldan, la deuda la deben pagar los descendientes. En ese entonces yo tenía 17 años y tuve que hacer una elección. Hablé con los cobradores e hice un acuerdo.
Decio: ¿Qué acuerdo?
Crucia: A decir verdad, los cobradores no sabían qué trabajo debía ser para una joven de mi edad ya que, no había sucedido esto en décadas. Fue entonces que les dije mis capacidades del manejo de armas y les propuse que fuera parte de una guardia y que todo lo que se me pague se destine a pagar la deuda de mi padre.
Oba: Y durante dos años estuvo al servicio de los Tritión, ¿no? ¿cómo fue eso?
Crucia: Exactamente, uno de los cobradores era pariente de aquella casa. Después el servicio a la casa Real y a Lady Tristana fue por mi trascendencia.
Oba: Bueno, respondiste a las preguntas. Decio sabe cuando una persona miente o dice la verdad. Es un don. Bueno, parece ser que estás capacitada y ya sabemos todo...
Decio: Espera, Oba, quiero preguntar una última cuestión.
Su mirada se volvió más seria de lo común. Miró fijamente a Crucia.
Decio: Dijiste que habías evitado 35 de 36 intentos de asesinato. Por ende hay una persona que ha muerto cuando tuviste la oportunidad de salvarlo. Dime, ¿cuándo y cómo fue?
Crucia estaba a punto de responder cuando se escuchó la puerta de la habitación abrirse.
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