21 de marzo de 2014

Capítulo 3 Parte 4: Objetivos.

Índice General
<<|~Capítulo 3~|>>?
Partes de este capítulo:
~Aun no organizadas hasta que el capítulo termine (Ver Índice General)~



Ría empezó a despertarse. Sus párpados se movieron de a poco hasta que se empezaron a abrirse mostrando unos hermosos ojos color verde esmeralda. Observó su alrededor. Estaba dentro de una especie de carromato en movimiento. Al parecer, por donde el carromato pasaba, era un camino inestable de tierra y piedras. La luz dentro de este no era la suficiente para poder observar completamente el interior del transporte. Confundida, intentó levantarse pero se sentía muy débil como para poder ejercer algún movimiento o siquiera empezar a hablar. Esto la limitaba a solo poder abrir sus ojos y observar su alrededor. Donde estaba, solo podía divisar cajas de madera y algunos bártulos varios extraños. Algunos colgaban del techo del carromato, otros sobre o dentro de las cajas. A pesar de que estas temblaban y se sacudían por el rebelde camino, las sogas que los mantenían sujetos firmemente eran lo bastante resistentes para evitar que se soltasen. En su lado derecho pudo notar solamente una luz anaranjada, señal que marcaba que el sol se estaba posicionando en el oeste. Pero no pudo verlo por ella misma ya que su visión a su derecha estaba limitada por un montón de cajas de madera.
En aquel ambiente no pudo encontrar señales de que alguien estuviese allí. Bueno, al menos no por un lapso corto de tiempo cuando notó la presencia de dos personas cerca de ella. La primera era un joven con ropas de campesino que yacía a su lado izquierdo inconsciente con las manos atadas. La segunda persona era un hombre quien se encontraba sentado frente a ella durmiendo. Ría no pudo distinguir más allá de sus apariencias debido a que la luz empezaba a menguar marcando el principio de la noche. Una voz desconocida, que provenía de su derecha, empezó a llegar a los oídos de Ría.

Voz misteriosa: Los misterios se mantendrán aun teniendo el tiempo suficiente. Es normal sentir pánico al no saber dónde estás y cómo has llegado hasta este lugar. Te preguntas demasiadas cosas que necesitan rápidas respuestas así que seré breve. Estás en Páramos Perdidos, Estrek Oriental. Han pasado 10 días desde que te encontré en Inae. No te haremos daño. Te necesitaremos para este proyecto.

Ría trató de hablar, pero no pudo. La voz misteriosa se mostró delante de Ría. Como la luz no era la suficiente, solo pudo ver una silueta negra.

Voz misteriosa: Tu herida está sanando a un nivel bastante positivo pero aun te encuentras débil. Te convendrá descansar por ahora.

La voz, calló durante un momento. La luz menguaba más y más.

Voz misteriosa: Mañana será un día agitado.

...la limitaba a solo abrir sus ojos y observar su alrededor...
~o~


El sol se levantaba en un hermoso amanecer. La noche ya había pasado y el carromato seguía su paso por del camino de tierra. Desde la lejanía, se podía divisar torres cuya altura se extendía hasta el cielo y, rodeándolo, un gran edificio en el centro. Habían otras pequeñas construcciones en las cercanías. La mujer enmascarada, quién estaba tirando de los caballos, al observar esto, dijo:

Enmascarada: Está cerca. Debemos prepararnos.

En el interior del carromato, se encontraban Pinto, Ría, Anaarq y la mujer vendada. Esta última, al escuchar esto, se puso una máscara de doctor, posó su mano en el hombro de Anaarq y lo movió para que se despertase.

Mujer vendada: Eh, despierta Anaarq.

El carromato se detuvo. Anaarq abrió los ojos y al oír la palabras de la mujer, le preguntó:

Anaarq: ¿Ya es tiempo?
Mujer vendada: Sí, tendrás que irte afuera mientras hablo con Ría.

La mujer enmascarada se acercó a ella y utilizó el mismo método para despertar a Anaarq. Dijo en voz suave en la oreja de la mujer:

Mujer vendada: Despierta.

Ría abrió lentamente los ojos y trató de mover su cuerpo. Se sorprendió cuando se dio cuenta de que ya no sentía el cansancio y la debilidad de anoche. Sus articulaciones no se encontraban tan entumecidas como pensaba después de haber estado 10 días si haber movido ni un músculo. Mientras Ría trataba de abrir y cerrar ambas manos y de articular sus brazos, dirigió su mirada hacia la mujer vendada, cuya cara ya estaba cubierta por la máscara de doctor, con una pregunta. Primero empezó a abrir la boca para poder modular y después, las palabras salieron.

Ría: ¿Cómo te llamas?

La mujer vendada se extrañó de la pregunta pero no la respondió. En vez de eso, le dio de beber diciéndole con un lenguaje enigmático:

Mujer vendada: ¿Por qué explicarte la realidad dentro de "la cueva" si puedes salir afuera para experimentarla?

Ría intentó levantarse con lentitud. Se sorprendió una vez más con que sus piernas tampoco estaban dificultadas. Empezó a caminar hacia afuera del carromato y, con cuidado, salió de este. Al fin pudo ver el exterior. El terreno comprendía de una llanura que se extendía hasta unos kilómetros. Más allá de esa distancia, en el norte y este de donde estaban, se encontraban grandes montañas. En esta llanura, un camino, el que estaban transitando, cruzaba de este a oeste. Levantó la vista hacia el cielo azul y despejado en donde estaban y observó que en la dirección sur y este, se encontraba nublado. Al parecer, aquel lugar era Páramos Perdidos. Su mirada volvió entonces hacia las personas de afuera que la esperaban. Allí se encontró con el hombre que salió antes del carromato y una mujer que llevaba puesta una máscara de doctor, similar a la que la mujer vendada utilizaba.

Enmascarada: Supongo que ya has aceptado un trato previamente con mi hermana, Tirián.
Ría: Sí. Lo he hecho. Pero tengo mis dudas ante esto.
Enmascarada: Bien. Responderé a cualquier pregunta que se me permita responder.
Ría: ¿Ustedes quiénes son y qué ganan con esto? ¿De qué se trata este proyecto?

La mujer enmascarada respondió con seriedad y a la vez trasmitiendo una tranquilidad.

Enmascarada: Las personas como yo y mi hermana-señala a la otra mujer- no tenemos nombre. Lo que somos no importa en este reino y mundo. Solo creemos en el destino y queremos que las personas lo cumplan correctamente. Con esto ganamos algo que no podemos decirle a nadie. Ni a ti ni a aquel hombre-señala a Anaarq-, solo nosotros podemos comprenderlo.
Ría: ¿Cómo sé que nada de esto es una especie de engaño?
Mujer vendada: No lo sabes. Tendrás que confiar en nosotros y en lo que hagamos. Pero recuerda, no somos tus enemigos pero tampoco tus aliados.
Ría: ¿Cuál es mi función en este plan entonces?
Enmascarada: Tu función es simple: cumplir tu destino. Sin embargo, nos serás de utilidad en otras cosas hasta que ese momento llegue.
Ría: ¿Son una especie de religión?
Enmascarada: No estoy en condiciones de decirlo. Es mejor que no sepas más de lo que se te debe dar.
Ría: ¿Existen otros como tú?
Enmascarada: Hay otros pero ellos tampoco tienen nombre, como nosotras. Sin embargo, no tienen importancia en esta fase. Esto es todo lo que se me ha permitido decirte. No preguntes más acerca de nosotros y lo que somos si aprecias tu vida y tu destino. Considéralo una amenaza.

Ría se quedó en silencio pero habló una vez más dirigiéndose a ambas mujeres:

Ría: Puede que no necesiten un nombre pero necesito referirme a ustedes por alguno y no tener que llamarlas con un "Ey, tú" o "Eh".
Mujer vendada: Es irrelevante. A las personas no se las debería llamar por un nombre, en un principio. Son y seguirán siendo las mismas de siempre por más especiales que se sientan al tener una palabra que los represente.
Enmascarada: Sin embargo-interrumpe-, hermana, pronto necesitaremos usar nombres falsos. Por lo menos en la ciudad donde entraremos.

Ría se sorprendió un momento.

Ría: Sé que esto es Estrek Oriental, pero, si nos hemos movido de la zona despoblada de Páramos Perdidos. ¿Dónde estamos exactamente ahora?

La mujer de la máscara señaló el oeste, hacia una ciudad que Ría no pudo ver a causa de que el carromato obstruía su visión. La enmascarada dijo:

Enmascarada: Coliseo.

Ría observó, desde la lejanía, una ciudad cuyas pequeñas construcciones en el alrededor se veían muy eclipsadas en relación a un grande e inmenso estadio de estructura de piedra que se erigía en el centro de la misma ciudad. Alrededor de este, se elevaban 5 torres de una altura desmesurada y hasta casi ilógica como para seguir manteniéndose en pie. Más alejadas, se encontraban edificaciones similares pero de menor altura.

Enmascarada: Coliseo es la única ciudad cercana a Páramos Perdidos. Allí se encuentra nuestro objetivo en la fase de nuestro plan. Sin embargo, esta ciudad no es tan corrupta como muchas del lado Oriental del reino de Estrek. Aquí se rige la justicia con mayor y mejor eficiencia que la de otras y es un centro de reunión para mercenarios y cazarrecompensas expertos y atentos a cualquier trabajo. Ya conocen tu caso, Ría, y Racus ha dado una recompensa bastante grande por tu cabeza como también la tuvo alguna vez Anaarq-señala con la mirada-. Si mostramos nuestra verdadera identidad, no duraremos lo suficiente. Tomaremos nombres falsos y tendrán que vestirse como nosotros para poder infiltrarnos en la ciudad. Así pasaremos por desapercibido entre la multitud sin llamar la atención y seguiremos nuestro plan. Tomaré el nombre de Mërgim.
Mujer vendada: Y yo el de Natyrë.
Enmascarada (Mërgim): Tú, Ría te llamarás Decorem y Anaarq será Adam.

Mapa de los distritos y capitales de la
gobernación de Estrek Oriental hacia 193-196.
Al oeste, distrito Capital; al este, Páramos Perdidos;
y al noreste, Ab.
La mujer enmascarada, Mërgim, entregó a Ría y Anaarq dos sobretodos largos y negros y Natyrë les dio dos máscaras de doctor y dos sombreros de ala ancha negra, uno a cada uno. Luego de que haberse vestido con estas ropas, Mërgim dijo:

Mërgim: Por ahora, Anaarq y Natyrë se quedarán aquí hasta que el otro hombre del carromato despierte. Yo y Ría entraremos caminando en la ciudad para buscar el objetivo y regresaremos antes del anochecer. Supongo que no tardaremos más de lo acordado si el tiempo nos es grato.

Mërgim y Ría se separaron de Anaarq y Natyrë y comenzaron a alejarse del carromato, caminando el último trecho desde donde estaban hasta la ciudad. Ría decidió preguntar algo acerca de lo que escuchó.

Ría: Ese hombre... Él es... ¿El legendario Anaarq?
Mërgim: Sí. El Anaarq que rebeló Jonovia, Corpulia y Sorco y Terranova con sus ideales independentistas.
Ría: Pero hubo noticias de que murió en Jonovia.
Mërgim: Hay algunas personas en este mundo que piensan que si una persona desaparece, es considerada muerta. Anaarq fue el autor del asesinato de Masaia, en Jonovia. Antes de que terminase el día, yo y él ya nos habíamos marchado de la ciudad de Sudd hacia el este. Ahora ya no puedes volver a preguntarme acerca de Anaarq, su pasado y su destino. Esto es toda la información que necesitas conocer pero no divulgar.

Ría y Mërgim caminaron un trecho en silencio. Sin embargo, Ría, aun con dudas, preguntó:

Ría: ¿Quién es aquel otro joven del carromato?
Mërgim: Es Pinto Ener de la casa Real. Estuvo en Inae, la misma noche cuando te encontré.
Ría: ¿Allí? Imposible, es una fiesta de nobles. Ninguno de los familiares más cercanos del Rey asisten.
Mërgim: Aun así asistió como un invitado sorpresa. Verás, él estaba investigando secretamente a la corte de Ener debido a que habían rumores de que el Rey iba a ser derrocado y reemplazado por esta.
Ría: No tenía conocimiento de esto.
Mërgim: Claro que no lo tenías. Nadie sabía lo que las casas familiares y la corte de Ener estaban haciendo pero gracias a ti, el Rey ya no corre peligro. Sin embargo, aun tratando de explicar esto a las autoridades y de razonar con ellas, no lograrás nada más que perder tu cabeza.

Mërgim se detuvo, se dio la vuelta y miró a Ría.

Mërgim: No necesito leer muchos destinos como para saber que algo pasó entre tú y Pinto. ¿Acaso fue el hecho que ocurrió hace 8 años?
Ría: Sí. Aquella masacre en Inae.

Mërgim continuó la caminata y Ría la siguió.

Ría: Y, ¿cuál es el destino de Pinto?
Mërgim: Solo nosotros sabemos el destino que corren las personas. Pocas veces se los decimos a estas como tu caso. Sin embargo, no te diremos el destino que corre Pinto por que se nos ha prohibido hacerlo. Ahora ya no puedes volver a preguntarme acerca de Pinto y su destino. Esto es toda la información que necesitas conocer pero no divulgar.

Siguieron el camino hasta que se encontraron más cerca de la ciudad. El carromato se veía a lo lejos y, si se agudizaba la vista, se podía ver las siluetas de Anaarq y Natyrë. Ría preguntó una última cosa.

Ría: Exactamente, ¿qué objetivo es el que tenemos que encontrar?
Mërgim: Pronto lo sabrás Ría. Pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario